
En mi
experiencia como sexólogo nunca me pasó de que llegue a la consulta una persona
con un problema sexual y que no esté estresada. La pregunta es si esta
estresada por su problema sexual o si su problema sexual es resultado del
estrés. El estrés y la sexualidad son como el huevo y la gallina. ¿Qué fue
primero?

Una
vida sexual plena, está comprobado que reduce los niveles de cortisol (hormona
del estrés). A su vez cuando el cortisol aumenta se inhiben las hormonas
sexuales y se reducen los niveles de tetosterona que es una de las principales
hormonas involucradas en el deseo sexual
tanto de hombres como de mujeres.
Estrés
significa tensión, y si bien el sexo
puede ayudarnos a aflojarnos, a
relajarnos, a estar menos ansiosos y por consiguiente a estar menos estresados,
también puedo convertirse en un estresor cuando lo vivimos con presión. Por eso
para que la sexualidad nos libere del estrés tenemos que vivirla con libertad,
sin presiones ni exigencias.
Algunos TIPS para que el SEXO nos
ayude a reducir el ESTRÉS:
- Tener encuentros sexuales sin
presiones. Una relación sexual no es un examen.
- Hay días mejores que otros, pero
siempre podemos disfrutar.
- Tomarnos todo el tiempo que
necesitemos para los juegos, las caricias y los besos. En general vivimos
apurados, contra reloj, y la sexualidad necesita tiempo para que la
podamos disfrutar.
- Usar preservativo nos permite
disfrutar más plenamente del encuentro porque nos libera de algunos
preocupaciones que a veces pueden
desconcentrarnos. Es el único método anticonceptivo que además nos ayuda a
prevenir enfermedades de transmisión sexual.
- Teniendo relaciones no vamos a
pagar la luz, el gas, ni el teléfono, pero tampoco vamos a poder disfrutar
del sexo si estamos pensando en el resumen de la tarjeta de crédito. Si
vas a tener sexo disfrutalo al 100 % y seguro después vas a tener la mente
mucho más clara para resolver los otros problemas.
- El ambiente es muy importante.
Ocupate de que el contexto sea favorable. Velas, música tranquila,
sahumerios y luz tenue son ideales. Coincidencia: los ambientes que
favorecen la sexualidad son anti estrés.
- Un masaje con aceites naturales o
con un lubricante íntimo es una práctica que enriquece el encuentro y una
muy buena alternativa para relajarnos después de un día estresante.
- No te olvides que un encuentro sexual no comienza en la cama. Los motores de la sexualidad se encienden mucho antes, con gestos cariñosos, estando atento al otro, mostrándole interés y lo más importante: haciéndolo sentir deseado.
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