jueves, 9 de noviembre de 2017

Estres y Sexualidad. Enemigos íntimos !!!

Estrés y Sexualidad son dos palabras antagónicas pero que están mucho más relacionadas de que lo que pensamos.

En mi experiencia como sexólogo nunca me pasó de que llegue a la consulta una persona con un problema sexual y que no esté estresada. La pregunta es si esta estresada por su problema sexual o si su problema sexual es resultado del estrés. El estrés y la sexualidad son como el huevo y la gallina. ¿Qué fue primero?

De lo que no hay duda es de que cuando nos ocupamos de resolver las situaciones que nos generan estrés nuestra sexualidad mejora, y a su vez cuando enriquecemos nuestra vida sexual el estrés se reduce.

Una vida sexual plena, está comprobado que reduce los niveles de cortisol (hormona del estrés). A su vez cuando el cortisol aumenta se inhiben las hormonas sexuales y se reducen los niveles de tetosterona que es una de las principales hormonas involucradas en el  deseo sexual tanto de hombres como de mujeres.

Estrés significa tensión,  y si bien el sexo puede  ayudarnos a aflojarnos, a relajarnos, a estar menos ansiosos y por consiguiente a estar menos estresados, también puedo convertirse en un estresor cuando lo vivimos con presión. Por eso para que la sexualidad nos libere del estrés tenemos que vivirla con libertad, sin presiones ni exigencias.


Algunos TIPS para que el SEXO nos ayude a reducir el ESTRÉS:

  • Tener encuentros sexuales sin presiones. Una relación sexual no es un examen.

  • Hay días mejores que otros, pero siempre podemos disfrutar.

  • Tomarnos todo el tiempo que necesitemos para los juegos, las caricias y los besos. En general vivimos apurados, contra reloj, y la sexualidad necesita tiempo para que la podamos disfrutar.

  • Usar preservativo nos permite disfrutar más plenamente del encuentro porque nos libera de algunos preocupaciones  que a veces pueden desconcentrarnos. Es el único método anticonceptivo que además nos ayuda a prevenir enfermedades de transmisión sexual.

  • Teniendo relaciones no vamos a pagar la luz, el gas, ni el teléfono, pero tampoco vamos a poder disfrutar del sexo si estamos pensando en el resumen de la tarjeta de crédito. Si vas a tener sexo disfrutalo al 100 % y seguro después vas a tener la mente mucho más clara para resolver los otros problemas.

  • El ambiente es muy importante. Ocupate de que el contexto sea favorable. Velas, música tranquila, sahumerios y luz tenue son ideales. Coincidencia: los ambientes que favorecen la sexualidad son anti estrés.

  • Un masaje con aceites naturales o con un lubricante íntimo es una práctica que enriquece el encuentro y una muy buena alternativa para relajarnos después de un día estresante.

  • No te olvides que un encuentro sexual no comienza en la cama. Los motores de la sexualidad se encienden mucho antes, con gestos cariñosos, estando atento al otro, mostrándole  interés y lo más importante: haciéndolo sentir deseado.





jueves, 27 de julio de 2017

ENTRENAMIENTO PARA PAREJAS




Programa de Enriquecimiento y Resolución de Conflictos.

Es un programa de 6 encuentros en los que la pareja va a adquirir las herramientas para que la convivencia se convierta en una experiencia positiva y enriquecedora.

Hay dos modalidades. En la modalidad grupal se trabaja en 6 encuentros que se comparten con otras parejas. Se realiza en seis sábados consecutivos de 10 a 13 hs,  También está la posibilidad de realizar el programa en seis encuentros individuales de una hora y media de duración.

En ambas modalidades los objetivos son:

ü   Comprender la dinámica de interacción de la pareja
ü  Mejorar la comunicación.
ü  Detectar fortalezas y debilidades
ü  Encontrar nuevas formas de resolver conflictos.
ü  Mejorar la sexualidad.
ü  Elaborar Contrato de Pareja Consciente.




viernes, 16 de junio de 2017

Lo que no encuentre en casa lo buscará afuera… Mito o Realidad ??


Esta es una frase que seguramente todos hemos escuchado muchas veces, ¿pero es mito o realidad?. Pensemos  juntos. En los últimos días se la escucho haciendo referencia al sexo anal, parece que muchos piensan que cuando no encuentran la posibilidad de tener sexo anal con su pareja van a buscar otro ano que esté disponible, pero lo mismo podría pasar con cualquier otra práctica sexual.


En realidad creo que esto excede lo sexual y nos obliga a pensar que esperamos de nuestra pareja. Si esperamos que  nos de TODO, seguramente nos frustremos  por la simple razón que no siempre se puede ni se tiene todo. 

Lamento desilusionarlxs pero el príncipe azul no existe, como tampoco existen las princesas de los cuentos y aunque existieran hay que ver si  les gustaría el sexo anal, y en el caso que les guste seguramente no completarían esa lista infinita de condiciones que se le podrían pedir solo al hombre o a la mujer ideal. Ideal que siempre se aleja de la realidad para poder serlo.


Es cierto que muchas de las cosas que no encontramos en nuestra pareja las podemos buscar afuera y esto puede ir desde afecto, contención, un abrazo, atención, escucha o sexo, pero si nos metemos de lleno en el sexo tenemos que entender que en realidad lo que hacemos con nuestrx compañerx sexual no es algo que uno de y otro reciba, es algo que se construye y que cuando no esta es porque no se pudo construir juntos. Y acá hay dos reflexiones que me parecen importantes. Por un lado podemos aceptar que no podemos tener todo sin la necesidad de ir a buscarlo afuera. Por otro lado tenemos que pensar que nadie nos va a poder dar todo de la misma manera que no vamos a poder dalre todo a alguien porque el todo puede ser infinito y para eso existen diferentes tipos de relaciones.  Seguramente buscaremos afuera muchas de las cosas que no encontramos adentro. Disculpen mi pesimismos pero afuera tampoco vamos a encontrar todo y si de buscar se trata  podemos terminar atrapados en una búsqueda laberíntica sin fin.

Si de sexo anal se trata mi consejo para el que quiere practicarlo es empezar recibiendo y seguramente el que da (por decirlo de alguna manera) , al ver un disfrute tan intenso se tiente y quiera experimentar el otro rol. Y si nos ponemos un poco más filosóficos, nadie puede dar lo que no tiene o lo que no recibió antes. Por eso para el sexo anal siempre es mejor empezar por recibirlo con placer  y alegría, porque como ya dije muchas veces el sexo anal sin dolor es posible.

Si tu pareja insiste en que quiere penetrarte analmente la mejor opción es empezar penetrandolo y que el o ella te muestre lo placentero que es estar de ese lado. luego te tocara a vos disfrutar y en ese ida y vuelta la relación y por supuesto la sexualidad de los dos se verá enriquecida. 


Para  terminar, mi conclusión es que no siempre es necesario buscar afuera pero que tampoco existe alguien que nos pueda dar todo. Quedará en cada uno elegir el momento para dejar de buscar y empezar a disfrutar de lo que se tiene.



martes, 13 de junio de 2017

Con la puntita si ... (Análisis Sexológico)

Con la puntita si .... el aporte sexológico de Diego Latorre y Natacha Jaitt

Los mensajes entre Natacha Jaitt y Diego Latorre donde él le pide que lleve un consolador para que le
meta la puntita muestra una práctica cada vez más habitual en varones de diferentes orientaciones sexuales. El prejuicio que muchos hombres se están animando a derribar es el que sostiene que la capacidad de disfrutar de la estimulación anal es  exclusiva de homosexuales.





La estimulación anal es placentera porque el ano es una zona en donde hay muchas terminaciones nerviosas y si a eso le sumamos que  a través de su estimulación se puede acceder a la próstata, esto la convierte en una práctica que puede ser muy excitante.


El pedido de Latorre de comenzar con la puntita es muy adecuado ya que para tener una buena experiencia es importante tener paciencia y empezar de a poco, porque el ano debe estar bien dilatado antes de intentar una penetración más profundo. Y otro dato que no está en la conversación pero no dudo de que la señorita Jaitt no desconoce es la importancia de utilizar todo el lubricante que sea necesario, y si sobra lubricante mejor, lo que no tiene es que faltar porque el ano no tiene la lubricación natural que suele tener la vagina.





Esta conversación tendrá sentido si sirve para que todos nos animemos a hablar un poco más abiertamente de sexualidad y si de sexo anal se trata derribemos el prejuicio de que el sexo anal es  cosa de homosexuales. Tanto los hombres como las mujeres, independientemente de su orientación sexual tienen la capacidad y la posibilidad de disfrutar de la estimulación anal. Es absolutamente respetable el que no quiere experimentarlo pero para los que se animan suele ser un camino de ida, pero no hay que confundir que la orientación sexual es un sentimiento mucho más profundo que no tiene ninguna relación directa con la preferencia o no de ser estimulado/a analmente.

Un párrafo aparte merece la triste intervención del Dr.D Alesandro en polémica en el bar donde hace referencia al sexo anal de modo despectivo, evidenciando el prejuicio existente en relación al tema. El sexo anal no es mejor ni peor que otro tipo de practicas y en este caso se hizo publico algo del ámbito de lo privado pero de lo cual nadie tendría que avergonzarse.

Si estas decidido/a  a aventurarte en esta experiencia, además de paciencia y mucho lubricante te sugiero que pases por el sexshop, porque hay algunos juguetes especialmente diseñados para el sexo anal.




Otro articulo. Sexo anal... Dolor o placer??



miércoles, 26 de abril de 2017

El Sexo en la Tercera Edad ¿Existe?.


Sexo sin edad, mentes sin tiempo. 

(Articulo Extraído del Libro "Sexualidad Inteligente" Edit. Grijalbo )



Eduardo tiene 58 años y consulta porque siente que su vida sexual ya no es la de antes. Casi no siente deseo por su mujer, con la que esta hace más de 30 años. No recuerda la última vez que se masturbó y las últimas veces que intentó acercarse a su mujer no logro tener, según él, una buena erección.
Lucas tiene 19 y consulta porque no logra controlar la eyaculación, la mayoría de las veces eyacula antes o apenas logra la penetración. Esto lo trauma y ya hace unos meses que evita cualquier encuentro por miedo a que le pase nuevamente.

Ernestina, tiene un poco más de 60 años y desde que enviudó hace 5, decidió no tener más vida sexual. Dice que no quiere problemas, que tuvo un matrimonio feliz mientras duró y que ahora es otra etapa de su vida donde la sexualidad no es importante.
Carolina, tiene 24 años y no logra disfrutar de los encuentros sexuales porque la acomplejan unos kilos que tiene de más y un poco de celulitis que según ella es desagradable.
Sara, tiene 82 años, enviudó hace 20 y se queja porque “a pesar de su edad”, siente deseo sexual, pero le gustan los hombres muchos más jóvenes y cuando ella insinúa algún deseo de intimidad, la miran como si fuese una degenerada o una vieja loca.
Estos ejemplos demuestran que la sexualidad es un mundo muy subjetivo y personal que cada uno vive a su manera, pero muchas veces nos preguntamos:

¿Cuál es la mejor edad para el sexo?

Para Eduardo, sin duda la mejor edad no son sus 58 años, ni para Lucas sus 19, ni para Ernestina los 60, ni para Carolina o Sara sus 24 y 84 años. Lo que tienen en común todos ellos es que ninguno siente que puede disfrutar plenamente de su sexualidad a la edad que tiene.
Más allá de ejemplos puntuales, la sexualidad se vive de acuerdo a lo que se piensa acerca de ella porque como ya dije: la sexualidad es una creencia. Si se piensa que una buena sexualidad es tener varios orgasmos, una súper erección, o que la sexualidad se termina a los 50, esto se va a reflejar en la sexualidad, de quien lo piense. En definitiva, al igual que la juventud o la vejez, la sexualidad es una creencia.
Hay una idea, muy nociva para la sexualidad, pero compartida por muchos y es la idea de que la sexualidad va perdiendo calidad con los años, y que cada vez se disfruta menos del sexo. Lo más curioso de lo que pasa con la relación entre el sexo y la edad, es que son muy pocos los que piensan que la mejor edad es la que tienen. Tengo pacientes de 50 años preocupados por su edad, pero también de 40 y de 20.

No hay edad para disfrutar de la sexualidad pero tampoco hay edad para estar desconforme.

Esta idea de que el sexo es cada vez menos placentero con el paso de los años, se desprende de pensar al hombre como una máquina, que como tal se agota con el uso. La buena noticia es que el cuerpo humano a diferencia de las máquinas, que se agotan con el uso, es capaz incluso de mejorar cuanto más se lo utiliza. Claro que para el que piense que sólo se puede disfrutar de la sexualidad a los 20, a partir de los 21 comienza la decadencia.
Aprender a disfrutar del momento en el que estamos, y de la sexualidad que tenemos es parte del recorrido. No se trata sólo de usar mucho “nuestra máquina” sino de usarla bien. El exceso de alcohol, de alimentos altos en grasas, la obesidad, el tabaquismo, el estrés, el sobrepeso y el mal manejo de la ansiedad son algunos de los ejemplos del mal uso que se puede hacer del cuerpo y sin duda repercuten en la salud del organismo, la que por supuesto incluye a la salud sexual.

El cuerpo se torna más joven o más viejo según como lo tratemos. Me gusta pensar que el cuerpo de los 20 es un regalo, pero a partir de ahí, e incluso antes, comenzamos a tener el cuerpo que nos merecemos. Y lo mismo pasa con la sexualidad.


Tanto el envejecimiento como la sexualidad son fenómenos fluidos, cambiantes y complejos, pero aún nos encontramos operando bajo la creencia de que se lo puede considerar estrictamente un proceso biológico.

Un estudio clásico que inició el psicólogo de Harvard George Vaillant hace más de 50 años concluye en que el envejecimiento temprano (definido como declinación física irreversible) se retarda con la buena salud mental y se acelera con la mala salud mental y sostiene que los años más formativos para establecer estas condiciones, son los comprendidos entre los 21 y los 46. Según él, una vez que se planta la semilla, los resultados se presentan físicamente durante la cincuentena. Luego de los 50 se entra en lo que algunos llaman “la zona de peligro”, porque es cuando aparecen un gran número de ataques cardíacos, la hipertensión y muchos casos de cáncer.
Coincidentemente con este estudio, suele ser hacia los 50 cuando muchos hombres y mujeres comienzan a creer que la sexualidad se termina. Y si bien eso puede ser cierto para el que lo crea, no necesariamente tiene que ser así.
Shankara, un sabio hindú, dijo: “La gente envejece y muere porque ve a otros envejecer y morir”. El cuerpo envejecido responde al condicionamiento social. Todavía no somos conscientes de la importancia que tienen nuestras creencias. Para el que cree que la sexualidad se termina a los 50 seguramente lo va a confirmar,
Dentro de cada uno de nosotros se oculta la convicción de cómo se debe envejecer, lo cual opera con tanta fuerza que nuestros cuerpos se adaptan a ella.
Hay que poner a prueba las ideas y si no funcionan cambiarlas. Se puede creer en muchas cosas, pero mi consejo es creer en ideas que sirvan para vivir mejor y no para estar peor. Y si las creencias que tenemos nos condicionan y no nos sirven hay que cambiarlas.

Creer que la sexualidad cada día va a ser peor, no solo no nos sirve, sino que se convierte en una realidad que no sólo anticipamos, sino que creamos. Creer que la sexualidad cada día va a ser mejor nos ayuda a crear una sexualidad cada vez más placentera.


Hay pruebas científicas y muchos trabajos que avalan la idea de que la sexualidad nos acompaña desde que nacemos hasta que morimos, y que no sólo no se empobrece con la edad sino que cada día puede ser mejor.
Lo más probable es que el que no disfruta de la sexualidad a los 50, tampoco la haya disfrutado a los 20, pero muchos tienen esa costumbre melancólica y depresiva de pensar que el pasado siempre fue mejor. La mejor sexualidad es la que tenés hoy, porque no hay otra.

La sexualidad nace y se puede enriquecer día a día, pero eso depende de uno mismo.

Estimular la sexualidad con ideas positivas y creativas es el desafío, y la primera idea que hay que cambiar es la de que la sexualidad tiene fecha de vencimiento.
El tiempo es otra ilusión que nos juega en contra y la sexualidad también nos puede ayudar a vencer esta creencia, o acaso a quien no le pasó que durante un encuentro sexual le pareció que el tiempo se detenía. En realidad el tiempo siempre estuvo detenido, pero es la mente la que pone a correr el reloj de arena.
El reloj sirve para organizarse, pero cuando creemos que es algo real la ansiedad gana y nos atrapa.

Dicen que la depresión es exceso de pasado y la ansiedad exceso de futuro, a lo que podemos agregar que una sexualidad inteligente es presente absoluto.

El desafío es dejar el reloj de lado y disfrutar de la sexualidad sin horarios ni almanaques. Disfrutarla, porque cuando la mente no tiene tiempo, la sexualidad no tiene edad.
Y cuando la sexualidad no tiene edad, es eterna.