miércoles, 14 de julio de 2010

Iniciación Sexual… Cuando es el momento adecuado??


Iniciación Sexual… Cuando es el momento adecuado??


Es difícil definir cuando una persona está preparada para tener relaciones sexuales, pero es aun más difícil encontrar el momento en que un padre o una madre están preparados para que sus hijos se inicien sexualmente.
Muchos de nuestros miedos surgen de la falta de información, por eso te invito en este artículo a pensar un poco en el tema.

¿Podemos evitarlo?

Por más esfuerzo que los padres hagamos ese día va a llegar. Lo mejor que podemos hacer es preparar, en la medida de lo posible, a nuestros hijos e hijas para que lo vivan de la mejor manera. Pero el tema se complica: ¿cuál es el mejor momento?, ¿cuándo él o ella están preparados?
No hay recetas ni formulas mágicas para resolver este dilema porque justamente la sexualidad tiene que ver con la exploración. Sólo podemos estar seguros de que el silencio y el temor no sirven. Es a través de la contención, la aceptación y la transmisión de información, en el marco de una comunicación respetuosa, la única vacuna que asegura un inicio feliz para nuestros hijos.
Para hablar de estos temas, antes tenemos que pensar en nuestra propia sexualidad. Hablar de la sexualidad con nuestros hijos nos obliga primero a hablarlo con nosotros mismos y nuestras parejas, en el caso de tenerla.

La edad ideal…

No existe una edad que pueda reconocerse como la ideal para la iniciación sexual.
Lo que podemos afirmar es que la iniciación sexual a una edad muy temprana no es beneficiosa para ninguno de los dos sexos. No sólo porque no se está lo suficientemente preparado para disfrutar todo lo maravilloso que el sexo puede dar a la existencia humana, sino también porque la iniciación sexual conlleva a una serie de responsabilidades respecto del cuidado, ya sea para controlar la natalidad como para evitar el contagio de enfermedades de transmisión sexual como el VIH.
Una de las grandes paradojas de la especie humana es que se está capacitado físicamente para la sexualidad muchos años antes de estarlo psicológica y afectivamente, de la misma forma que se está capacitado mucho antes para el disfrute sexual que para asumir la maternidad o la paternidad.
Si bien no es solo una cuestión de edad, los adolescentes entre 15 y 17 años que recibieron la información y formación necesaria, ya están preparados para afrontar esta experiencia con los cuidados necesarios, fundamentalmente el uso correcto del preservativo.

Algunos datos estadísticos.

De acuerdo a una investigación realizada entre 1998 y 2002, en el Instituto de Investigación Gino Germani, en el marco de la Cátedra de Sociología de la Cultura de la Facultad de Ciencias Sociales, el 34% de los varones se inician sexualmente a los 14 años o menos y el 52% entre los 15 y 17 años. Por su parte, el 2% de las mujeres se inician sexualmente a los 14 años o menos y entre los 15 y 17 años el 46%.
Si bien estos datos son interesantes y confiables, se observa una acelerada reducción en la edad de la iniciación sexual de los jóvenes.

Educación Sexual.

Está ampliamente comprobado que la Educación Sexual aumenta la edad de la iniciación sexual y reduce los embarazos de menores. Pero la educación sexual no sirve sólo como una materia escolar. La educación sexual comienza en casa y no se trata solo de la trasmisión de conocimientos teóricos. Los chicos aprenden el valor de la intimidad cuando los padres respetan la suya, un ejemplo es cuando los padres no permiten a sus hijos dormir con ellos para preservar su espacio de intimidad. Eso es educación sexual.

En busca de respuestas.

Los adolescentes no se quedan con la duda cuando nosotros no respondemos a sus preguntas. Ellos van a buscar esa respuesta a otro lugar y muchas veces sus referentes pueden no ser confiables, claro que para ellos si lo son. Por esto, es responsabilidad de los padres preparar a nuestros hijos con información y herramientas adecuadas y al nivel de sus necesidades.
Nadie nos enseño a hablar de sexualidad, por eso requiere de un esfuerzo extra. Primero tenemos que aprender nosotros para luego transmitir. Y cuando no sabemos algo, podemos contestar con un simple y sincero: “no lo se pero podemos averiguarlo juntos”. A veces es más importante enseñar a buscar que el dar la información.


Manos a la obra.

Muchas veces nuestros hijos nos enseñan, y ésta es una oportunidad en la que para poder acompañarlos y ayudarlos, tenemos que llamarnos a la reflexión personal para poder vencer todos los miedos y prejuicios que hacen que hablar de sexualidad todavía siga siendo un tema que nos avergüenza, incomoda y asusta.
Si todavía te quedan dudas, informate.

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