
Generalmente
este crecimiento de la próstata no es de características malignas y se llama hipertrofia prostática benigna.
Es importante anotar que la hipertrofia prostática benigna no tiene síntomas importantes.
Cuando el crecimiento de la glándula prostática interfiere con el
flujo urinario, pueden aparecer algunos síntomas, como por ejemplo:
- chorro urinario débil
- sensación de incompleto evacuado vesical
- dificultada para iniciar la orinada
- orinar frecuentemente
- urgencia o dificultad para aguantar la orinada
- despertarse frecuentemente en la noche para orinar
- chorro de orina intermitente
- chorro urinario débil
- sensación de incompleto evacuado vesical
- dificultada para iniciar la orinada
- orinar frecuentemente
- urgencia o dificultad para aguantar la orinada
- despertarse frecuentemente en la noche para orinar
- chorro de orina intermitente
A través del tacto rectal el urólogo puede detectar si la próstata está aumentada de tamaño, es irregular o tiene zonas duras. El tacto rectal puede producir una discreta y momentánea molestia, pero no causa lesión o dolor significativo
Al
realizar el examen rectal de la próstata, el urólogo no solo puede detectar
hipertrofia benigna, sino también cáncer prostático, una de las principales
causas de muerte en el hombre. Por esta razón, la Sociedad Americana
de Urología recomienda un examen prostático anual para todos los hombres mayores de
50 años. Para aquellos pacientes con alto riesgo de cáncer prostático, el
control se debe iniciar a los 40 años.